Durante el periodo penal irlandés, a finales del siglo XVIII, una serie de leyes impuestas por los ingleses impedía a los católicos irlandeses practicar su fe.
Era ilegal decir o asistir a misa, poseer cualquier artículo religioso o recitar cualquier rezo reconocido como católico. La pena para esto era la muerte. Los fieles irlandeses de aquel tiempo, ingeniaron un objeto muy peculiar, para poder mantener su fe intacta, el Rosario Penal Irlandés, el cual consistía en una sola decena del Rosario.
Este rosario al ser mucho más sencillo se hizo popular debido a que podía ser ocultado fácilmente en la mano o la manga pudiendo el devoto seguir rezando sin miedo a ser descubierto.
Lleva este práctico decenario a todas parte para rezar en el camino.
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